jueves, 26 de enero de 2012

El Hombre Dorado

Y caminando por la vereda, como a las 10 de la mañana, a dos cuadras lo veo:...El hombre dorado, hombre de oro. De mediana estatura, robusto y calvo. Rayos incandescentes y refractarios raspaban los contornos de su imagen que variaba constantemente a medida que su cuerpo giraba, levemente. Era un nodo, un punto, un arcangel o arquetipo de. Concentraba todo el valor de los hombres, aquellos que ya han aprendido todo, y que transitan su penúltima encarnacion. Quizás estuviera aguardando el nacimiento de un nuevo ser, quizás estuviera acercandose al plano fisico para irradiar su valor e influenciar como iman al revés a quienes lo necesitaran...quizás me esperaba a mí, no lo sé, ni lo sabré, porque al segundo había desaparecido, fundido entre el paisaje de la vereda que rajaba de sol y un par de hombres que hacían sus tareas rutinarias...

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