Para
entrar como un angel, por el túnel de las venas de esa canción:
alentá el
ritmo, hasta casi parar el pulso, pero sin hacerlo…
alargá el latido de cada
nota, hasta casi parar, pero sin hacerlo…
entonces acaricia cada nota como si
fueran cabecitas de gorriones
todas de terciopelo…
cada nota…
allí habrás tocado
la punta de los dedos
del angel de la canción...