De pronto, desde el pasillo, un sendero lleno de monedas de oro, esparcidas como gordas gotas de lluvia, al azar, aparecieron delante de mí…Atiné a restregarme los ojos, pero el brillo de las monedas me deslumbraba tanto, que llegó a cegarme. Empecé a dudar de mi lucidez, incluso a pensar q estaba soñando…De un instante al siguiente las monedas comenzaron una lenta elevación, como desprendiéndose del suelo, y marcando un sendero, terriblemente tentador, hacia el cielo, cual chocolates para Hansel y Grettel…Espuma de pura libertad provocaba esta imagen en mi interior, hambre de desatino y poderosas alas, remolinos de radiante luz, casi enloquecedora...creo q lo seguí, creo q caminé un par de pasos hacia él, aunque conteniendome, algo me pegaba al suelo, ya no recuerdo bien...Ahora cada vez que miró hacia el pasillo, una sola moneda , solo de a una x vez, se dejan ver...
